Una alternativa a aquellas personas que no tienen mucho tiempo para hacer ejercicios y que además no logran hacerse de una buena rutina de gimnasia son los contractores eléctricos, lo que se conoce también como gimnasia pasiva.
Mediante el uso de aparatología de avanzada, se logra en un par de sesiones semanales que los músculos se tonifiquen como si se hubiesen trabajado meses en un gimnasio. El mecanismo funciona a través de ondas eléctricas que contraen los músculos como si se ejercitaran.
Los impulsos eléctricos trabajan los músculos sin hacer esfuerzo alguno. Además, no involucra las articulaciones, con lo que se evitan lesiones.
Entre sus ventajas, la gimnasia pasiva corrige la flaccidez, disminuye la adiposidad localizada, mejora la circulación, y la pueden realizar personas de cualquier edad y condición física.
Entre las desventajas, encontramos que no tiene los beneficios cardiovasculares de la gimnasia tradicional, no se estimula la coordinación ni el sistema nervioso y por tanto no se tienen los beneficios anímicos de realizar deportes. Es un gran sistema para ganar tonicidad muscular y ayudar a modelar el cuerpo.
Aunque no hay ninguna otra contraindicación, siempre es conveniente consultar con un médico. No se deben colocar electrodos cerca del corazón, y las embarazadas deben evitar este método.
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