jueves, 6 de agosto de 2009

Masaje Africano


Relajar la mente y remodelar la figura



Pudiendo crecer hasta 10 metros al mes, el bambú es la planta que simboliza la robustez y la flexibilidad por excelencia en Asia. La textura redonda, lisa y consistente del bambú hace de él un accesorio de masaje original y rico en sensaciones.

De esta forma, se consigue un efecto circulatorio y de relajación general en todo el organismo. Además, mediante la técnica de presión por rodamiento y deslizamiento, se produce una influencia directa sobre la dinámica de los fluidos, favoreciendo así el drenaje y la regeneración de los tejidos.
Los beneficios de esta técnica cumplen cuatro finalidades básicas: relajar, reactivar los trastornos circulatorios, combatir la celulitis y remodelar la silueta.

Historia, descripción y simbología

Hace miles de años los chinos observaron que a través de las cañas de bambú circulaba energía y que éstas podían energizar y armonizar ambientes. Posteriormente, fueron empleadas para el cuerpo, con excelentes resultados. Así, descubrieron que, además de realizar un suave masaje, con la utilización del bambú la energía de nuestros centros se activaba y comenzaba a fluir.

El masaje de bambú tiene entre sus propiedades que es:

* Relajante: a nivel muscular.

* Muy sensorial: despierta los millones de captores sensoriales del cuerpo al variar la intensidad en las presiones.

* Profundo.

* Estimulante: con la ayuda de los bambúes se realizan presiones deslizantes y serpenteantes que unifican las partes del cuerpo y ayudan la circulación sanguínea.

* Terapéutico: activa los grandes cruces de intercambios venosos. Consigue distender la zona y despierta la energía acumulada en nuestra columna vertebral.

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