martes, 16 de junio de 2009

La piel, delatora de la mente

Las enfermedades dermatológicas pueden tener repercusiones psiquiátricas. En España afirman que éstos pacientes tienen un 30% más de males emocionales.


Antiguamente se decía que la piel era el espejo del alma.Hoy en día se la conoce como un marcador del stress, depresión, ansiedad, disturbios o problemas psiquiátricos.
La superficie cutánea es un "órgano expresivo" y delator de todo lo que ocurre bajo la superficie y esa profunda interacción determina que muchas patologías de la piel tengan vinculación con problemas del tipo psicológico.
Una piel rozagante es considerada sinónimo de buena salud, una dañada puede tener múltiples explicaciones.
Hay enfermedades de la piel con cierta predisposición genética, que pueden responder a factores emocionales: crisis personales, stress, falta de trabajo, que pueden actuar como disparadores: psoriasis, acné, alergias( que al rascarse pueden ocasionar daños), calvicie,etc.
Una persona con un acné severo, puede tener invalidado su relacionamiento social, aproximadamente el 80% de los adolescentes lo sufre, y cuánto más profundo es el caso, más posible puede ser de convertirse en burla de sus compañeros y de quedarse encerrados en sus casas en momento en que la aceptación de sus pares es fundamental para su desarrollo.
El aislamiento por enfermedades de la piel, no es una reacción exclusiva de los adolescentes sino también de los adultos.
"El organismo es una unidad biológica, psicofísica y social, todo está interrelacionado", la piel puede ser un indicador de un estado de depresión, o un cuadro más grave de una patología psiquiátrica.
No en vano el tejido epitelial y el sistema nervioso central están ligados desde su origen en el ectodermo, la capa celular primaria más externa del embrión, un vínculo imposible de disolver.

Texto extraído del Diario "El País".

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